Estudiante suspendido por evangelizar gana juicio y defiende su fe: “Todos necesitan escuchar el Evangelio”
Michael Leal, un estudiante cristiano de secundaria en el estado de Washington, ha ganado una importante victoria legal luego de ser suspendido por compartir su fe en el campus escolar. La escuela secundaria Cascade High School, ubicada en el distrito escolar de Everett, había castigado a Leal por repartir folletos cristianos y predicar públicamente durante el horario escolar, argumentando que violaba las normas de conducta estudiantil.
Sin embargo, Leal, quien estaba decidido a defender su derecho a la libertad de expresión y libertad religiosa, presentó una demanda con el respaldo del Pacific Justice Institute, una organización legal cristiana especializada en proteger los derechos constitucionales.
Tras revisar el caso, un juez federal falló a favor de Leal, determinando que la escuela había violado sus derechos bajo la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. La corte ordenó que se eliminaran todas las sanciones impuestas a Leal de su historial académico y que se le permitiera ejercer libremente su derecho a compartir su fe, siempre que no cause una interrupción sustancial en el entorno escolar.
Michael Leal expresó su gratitud por el fallo y reafirmó su compromiso con su fe, declarando:
“Todo el mundo necesita escuchar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. No debemos tener miedo de hablar la verdad, incluso cuando nos enfrenten por ello.”
El caso ha sido ampliamente comentado en medios y redes sociales, y es visto como un precedente importante en la defensa de la libertad religiosa en escuelas públicas. Diversos líderes cristianos y organizaciones defensoras de derechos civiles han celebrado la decisión judicial como una victoria que protege el derecho de los estudiantes a expresar sus creencias sin miedo a represalias.
Este fallo también envía un mensaje claro a las instituciones educativas: los estudiantes no pierden sus derechos constitucionales al ingresar a la escuela, y deben poder hablar abiertamente sobre su fe mientras respeten las normas básicas de convivencia.